martes, 29 de marzo de 2011

Another day.

Mientras me acercaba al portal, fui buscando las llaves de la puerta en mi mochila, no las encontraba, seguramente estarían al fondo como tantas otras veces...

Cuando conseguí encontrarlas y abrí la puerta me dirigí hacia el ascensor, que para variar, volvía a estar en el último piso. En un suspiro que mostraba mi desesperación y cansancio por un ajetreado día, definitivamente, hoy no había tenido demasiada suerte...

El ascensor ya había llegado, de él se bajó un vecino al que no había visto en mi vida, le sonreí con la mejor sonrisa que pude fingir y me dispuse a subir a mi piso. Una vez arriba con mis llaves en la mano, abrí la puerta a la vez que encendía la luz más cercana, como siempre estaba solo, pero eso no era un problema, amaba la soledad, me ayudaba a concentrarme en mi cuarto, cuando me ponía a escribir.

Caminando a oscuras por el pasillo, me dirigí a mi habitación, todo seguía tal y como lo había dejado esta mañana, con la cama por hacer, el escritorio lleno de borradores de la noche anterior, en la silla ropa usada y el suelo repleto de zapatos...ese era mi pequeño rincón.

Tiré la mochila a la cama sin importarme lo que hubiese en su interior y me dispuse a recoger un poco el escritorio cuando de repente, vi algo en lo que estuve trabajando anoche, fui leyéndolo detenidamente, mientras mis ojos se inundaban de lágrimas...pensé que lo había olvidado, pero el destino se había encargado de recordarme todo, de recordarme que sigo siendo humano, a pesar de haber dejado de notar latir mi corazón...

Lo dejé donde estaba mientras me dispuse a recoger el resto y guardarlos en su nuevo "cajón", la papelera; seguidamente me senté, cogí otro folio en blanco y me lo puse por delante, cogí un boli bic del lapicero mordisqueado por detrás, al igual que todos los demás y me dispuse a escribir.

A las dos líneas no sabía muy bien como seguir ni qué hacer...así que hice una bola con el folio y la tiré con los demás borradores, me tumbé un rato en la cama y me puse a escuchar música, siempre me ayudaba a inspirarme, a alegrarme cuando estaba deprimido o simplemente a hacerme un rato más apacible...Es mi más fiel compañera y mi vida, al igual que la de mucha otra gente, no tendría sentido sin ella.

Entonces me levanté, saqué el portátil de la mochila, y lo encendí mientras seguía escuchando música ahora sentado en la cama. Decidí que escribiría en el blog de notas, así al menos no gastaría tanto dinero en folios, pero seguía sin ideas, mi interior estaba vacío, no sabía cómo expresar lo que sentía, o más bien tenía miedo a darme cuenta de ello, me sentía bien ahora mismo, no como la noche anterior, ¿por qué tenía que enfrentarme a mi corazón? si por una vez mi mente era la que tenía razón, ¿por qué no hacerle caso?, quizás no sea bueno ser tan frío, pero poco a poco se aprende a ignorar los sentimientos, de hecho, la sonrisa falsa me sale cada vez mejor, mis vecinos siguen sin darse cuenta de que me resbalan sus miradas interrogantes sobre mi persona, quizás deba dedicarme a ser actor, no se me debe dar tan mal...pero yo mismo sabía que esto no iba a durar para siempre, tarde o temprano iba a tener que enfrentarme conmigo mismo y dejar de ser un cobarde que se esconde tras una libreta y un boli bic azul usándolos como método para desahogarse, tarde o temprano iba a tener que escribirlo todo, y esta vez, usando mis sentimientos de tinta, y de pluma mi corazón.


Safe Creative #1107119656773

Agradecimientos a toda persona que se de por aludida o que se sienta identificada con este texto ^^

lunes, 7 de marzo de 2011

Apunten...¡Fuego!

Apunten...¡Fuego!
Esas fueron las últimas palabras que escuché antes de que diversas balas atravesasen mi pecho acertándome en el corazón. Momentos antes, me habían situado contra una pared de piedra, me vendaron los ojos y me arrodillaron, delante de mis ejecutores, mientras escuchaba una escopeta cargar.

En mi cabeza me invadían múltiples pensamientos, tantas oportunidades perdidas, una vida desaprovechada...siempre pensé que tendría tiempo para disfrutarla, dejando a un lado todo tipo de preocupaciones, pero ahora se me va de las manos sin poder evitarlo, como intentar coger agua de un río y mantenerla sin que se escape entre mis dedos...aunque pensándolo bien...¿merecía la pena seguir luchando por una guerra que sabía de sobra que estaba perdida?

Un redoble de tambores anunciaba el esperado final, gotas de sudor recorrían mi frente, sin saber exactamente que es lo que me esperaría una vez esto terminase, solo sabía, que no podía empeorar mi situación actual.
Esto hizo que mis sentimientos hacia la muerte cambiasen...ya no sentía miedo, había dejado de temblar, ahora estaba firme, impasible, espectante a que un trozo de plomo atravesase mi cuerpo con mi consecuente final...y entonces pasó: ¡Fuego!

Dejé de escuchar el ensordecedor sonido de los disparos, de sentir el olor a pólvora en el aire, de sudar, de pensar...ahora mi cuerpo sufría espasmos por los balazos que entraban en él y lentamente caía hacia el suelo encharcándolo todo de sangre. Mis extremidades no sufrieron daño alguno, todos los balazos se centraron en la sien y en el pecho, dejando mi corazón completamente destrozado...Aunque de esto último no estoy muy seguro si las culpables fueron las balas...

Safe Creative #1107119656766